Producido por Living Cinema Roma y confinado al circuito underground, en este film confluye desde la música de los Stones a la actuación de integrantes del Living Theatre. Para graficar y alentar el activismo revolucionario y las luchas por la liberación nacional, el cineasta recurre a la descabellada historia de un grupo radical que quiere eliminar a James Bond porque la reina le ha dado “licencia para matar”.