Dejar una casa. Filmar los árboles antes de partir, la luz. Ir, con la medida de esa luz, hacia un lugar desconocido. Filmar la distancia entre una casa y otra casa, un camino de ensueños, un espacio abismado. Filmar retazos de realidad en tensión con aquella luz. Filmar esa espiral del tiempo, el tiempo. [Fuente: https://www.bn.gov.ar/agenda-cultural/trilogia-del-lago-helado-sol-en-un-patio-vacio]